Vie. Jul 26th, 2024

La pareja ideal no es la que nunca pelea, es la que resuelve sus conflictos de inmediato.

Todas las parejas, al formalizar su unión, abrigan la ilusión de vivir en permanente armonía, pero la realidad muestra que los periodos de crisis, de conflictos, son inevitables, incluso en los matrimonios ideales. Los problemas en la vida de una pareja, significan que hace falta un cambio, y puede convertirse en algo positivo. La clave de la armonía en pareja no está en evitar los conflictos, sino en tener la
habilidad para resolverlos convenientemente, de tal forma que ambos miembros de la pareja, queden satisfechos.
Esto no es precisamente, el fin de una telenovela… Casi diariamente somos testigos de separaciones, divorcio, declaraciones de nulidad, y demandas por la custodia de los hijos. ¿Qué se hicieron entonces, las ilusiones que la pareja tenía en la época de su noviazgo?… ¿o acaso no existían?
En muchas ocasiones nos detenemos a pensar: “La boda hace tiempo que pasó, ya se habla menos de aquel festejo’’. “Estábamos esperándonos y nos sorprendíamos el uno al otro y proyectábamos aquellos planes magníficos, y apenas teníamos paciencia para verlos realizados”. “Y luego la petición de mano, las argollas y como buscábamos juntos una casa los muebles’’. ¡Lástima! ¡Era tan hermoso!
Entonces ¿Qué paso? ¿Acaso esas ilusiones se derrumbaron como un castillo de naipes, destruyendo a su paso la vida de un hombre y una mujer? Esta crisis se manifiesta muchas veces por la división entre el diálogo afectivo y el diálogo cotidiano.
Afirma el Dr. Luis Alberto Mejía, experto en temas de familia “Llamamos diálogo afectivo el de los momentos en los cuales los esposos están en uno para el otro’’. y se expresan libremente sus sentimientos.

En el diálogo cotidiano se tratan los aspectos comunes de la vida diaria, como por ejemplo el dinero, el manejo de la casa, la educación de los hijos, etc. Esta división entre el diálogo afectivo y el diálogo cotidiano, sucede especialmente cuando se tiene una imagen ideal y romántica del cónyuge, que no
coincide con la imagen real de la persona que se expresa en la vida diaria con cualidades y limitaciones.”
Para lograr que las peleas y las discusiones entre parejas se conviertan en un buen método de comunicación adecuada en la solución de conflictos, ponga en práctica las siguientes reglas:
* Solucionen los conflictos a medida que aparecen. No esperen “que la copa se llene”. Cuando esto sucede, los conflictos se acumulan y se hace más difícil la solución.
* Aclaren sus sentimientos. Antes de iniciar una discusión, concreten claramente que es lo que les fastidia o provoca descontento. No peleen con el ánimo de herir al otro, o de sacarse “la espina’’.
* Proyecten su enojo sobre el presente. De nada vale discutir sobre el pasado, sacando a relucir rencores guardados.
* Elijan el momento adecuado para la discusión. Reserven el tiempo necesario y escojan, de común
acuerdo, un lugar y una hora.
* Conozcan y respeten el punto de vista del otro. Póngase en el lugar del otro. Cada uno cree que las
cosas son como las percibe y por consiguiente espera que el otro las vea igual.
* Aprendan a dialogar y escuchen. Al entablar el diálogo presten atención necesaria a lo que el otro dice.
* Asegúrense de entender correctamente lo que les están diciendo, sin hacer interpretaciones propias, y sin interrumpir.
* Eviten generalizaciones. Digan el quién, el cuándo, el cómo, de lo que les molesta. Las generalizaciones utilizando términos como: siempre, “todo’’, no permiten identificar las verdaderas causas del problema.
* Propóngase metas y establezca algún compromiso. Esto demuestra la buena voluntad que tienen para solucionar el conflicto.
* Soliciten asesoría. Si ven que el problema se sale de sus manos y vuelven sobre lo mismo indefinidamente, sin encontrarle una solución. Recuerden El índice de” “normalidad’’ o de felicidad de una pareja, no pueden medirse por la ausencia de problema; sino por la capacidad para enfrentarlos
o superarlos.

Por Marlyn Mejia

Periodista con experiencia en medios, presentación, coordinación y ejecución de programas de televisión. Comunicadora empresarial. Relacionista pública, organizadora de eventos y ferias. Ejecutiva comercial.

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